6.28.2009

Capitulo IV

Tomaron el primero que llego, Marcos, del mal humor, obviamente, por la noche que habia pasado, pero entre el primo y yo intentabamos, de una u otra forma, robarle una sonrisa.
Reirse tanto en un colectivo en tan corto viaje, hacia rato que no te pasaba, y después de haber hablado con una que otra persona, llegaron, cruzaron la calle entre risas, y en un juego de palabras, el primo diose cuenta que yo ya habia estado en ese lugar, claro, sólo en la puerta.
Subimos, dandole los buenos dias al portero, el y yo, dandonos algun que otro beso, y mientras él preparaba el mate, y peleaba con el primo para que no se durmiese yo esperaba en el sillon que viniera de a ratitos a regalarme "todos" sus besos.
El primo a dormir se fue, él y yo tomando mates quedamos, una que otra mirada, mezclada con sonrisas, besos, caricias, y fuimos a dormir, ya cansados, lógicamente.
Prendió la tele -Quiero dormir!!!- dijimos con el primo, y puso a flote sus caprichitos infantiles, que por cierto me encantaban, queria ver los dibujitos animados de Cartoon Network, para poder dormir, aunque sea sin sonido, pero los queria. Apagó la tele al cabo de unos tres minutos de pelea, pero la apago, nos abrazamos, y nos destinamos a dormir, no pude contenerme, y lo besé, uno de los mejores besos que podrian haber dado, esos besos que son eternos, esos besos que tienen pasión y te das cuenta que buscan algo mas, esas caricias que te abrazan y te dan calorcito, y esos besos que siguen buscando mas y mas, esas caricias que te hacen sentir super bien, ese juego y enredo de piernas, esos cuerpo pegados como si estuvieran imantados, y esos besos que siguen pidiendo mas, mis manos conociendo su cuerpo, y las de él, conociendo el mio, la poca ropa que teniamos, ya nos daba esa sensacion de incomodidad, asi que no tardamos en quitarla, y esos besos que aun buscaban mas, tanto buscaron esos besos que tuvimos que ceder, nos dejamos llevar, por lo que los besos, las caricias, las miradas, los suspiros, la respiracion agitada, y alguna que otra palabra, en voz bajita, nos llevaron, y evidentemente ninguno de los dos tenia miedo de lo que podia llegar a pasar esa mañana.
Sin ropa, con besos que pedian mas, con manos conociendo cuerpos, con respiraciones agitadas, y si... Hicimos el amor, si eso era lo que se preguntaban hasta esta parte.
Como lo empezamos lo terminamos, juntos, y nos dormimos, obviamente abrazados, dandonos los ultimos besos, que seguian pidiendo mas, antes que el sueño se apoderase de nuestros cuerpos, aunque a esa altura, yo no era dueño de mi cuerpo ni el del suyo.
Hasta que a las pocas horas, nos despierta el timbre del telefono... Era la madre de él, que apurandolo le pedia que ya viaje, para preparar los ultimos detalles del cumpleaños de un tío, que nunca entendi quien era.
Entonces armó su bolso, yo me vestia, y el primo hablaba con su hermana por telefono. Entre una cosa y la otra, algun que otro beso, caricia u otra cosira, le iba robando, o me robó, o nos robamos...
Caminamos un par de cuadras y cada uno para su casa, el dia habia terminado.
Pero no "nuestra" historia, de hecho, recien comenzaba.

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